Quien haya firmado un préstamo hipotecario alguna vez en su vida es consciente de la complejidad de este producto financiero. Lo que no todo el mundo sabe es que, debido a su complejidad y a su fuerte impacto en la economía del hogar, todas las condiciones de la hipoteca son negociables. Desde el comparador financiero, HelpMyCash.com, nos explican qué apartados son más asequibles y cuáles más complicados de negociar con la entidad.
Condiciones más difíciles de negociar
Los aspectos más difíciles de negociar con la entidad bancaria son todos aquellos que dependan del departamento legal de la entidad, que es quien redacta el contenido de los contratos hipotecarios.
Por ejemplo, negociar el cambio de índice sustituto en una hipoteca variable es prácticamente imposible. Si vamos a contratar un préstamo hipotecario referenciado a euríbor y con IRPH Entidades más diferencial como sustituto, aunque por nuestro perfil financiero el director de la sucursal esté dispuesto a modificar el índice sustituto, el departamento legal denegará la propuesta, si en el contrato hipotecario aparece indicado por defecto IRPH Entidades como índice sustituto.
De igual modo, si queremos pactar que nuestra hipoteca cuente con dación en pago por contrato, si en los contratos hipotecarios de la entidad el departamento legal no incluye esta cláusula prácticamente no tendremos ninguna posibilidad de conseguir la dación por contrato.
También es preciso tener en cuenta que es más fácil negociar las condiciones del préstamo hipotecario con una entidad física que con los bancos online, puesto que podremos acudir a las oficinas y solicitar una cita con el director de la sucursal.
Más facilidades con las condiciones que impactan directamente en el coste
Los apartados en los que más cambios podremos conseguir son en aquellos que tienen una correlación directa con el coste total de la hipoteca o con las cuotas mensuales. Todo ello en función de nuestro perfil financiero y de lo que tengamos que aportarle a cambio al banco.
Huelga decir que los clientes que presenten mayores garantías de solvencia a la entidad más capacidad de negociación tendrán con el banco. Pero no se reduce todo a la solvencia, de nada sirve ser un cliente potencialmente atractivo para el banco si desconocemos las oportunidades de negociación que tenemos.
El banco puede ceder más fácilmente en apartados como el interés, las comisiones, la vinculación, el plazo o el capital financiado a cambio de una contraprestación, normalmente la vinculación.
Es posible anular una comisión de apertura si contratamos un seguro de protección de pagos o reducir un punto porcentual el diferencial si contratamos un seguro de vida y un seguro de hogar. También es más probable que logremos un interés más bajo si aportamos una cantidad mayor de ahorros y accedemos a una financiación inferior.
En definitiva, las hipotecas son un producto negociable en la mayoría de sus apartados y adaptable al perfil de cada cliente, es más, algunas entidades no publicitan hipotecas estándar sino que realizan ofertas particulares y totalmente personalizadas, e incluso aceptan que les presentemos otras ofertas que nos hayan realizado diferentes entidades para mejorarlas.