Tan solo 2 de cada 10 empresas prioriza criterios de sostenibilidad y salud a la hora de diseñar su oficina, según datos de Hermarta
Los trastornos de salud derivados de un entorno de trabajo poco saludable aún afectan al 50% de los trabajadores en España
Que el diseño y la creación de un entorno laboral adecuado mejora la salud de los trabajadores y su productividad, es un hecho constatado por numerosos estudios publicados. Sin embargo, muchas organizaciones aún no priorizan criterios de sostenibilidad a la hora de diseñar o rediseñar sus espacios laborales, y los trastornos de salud derivados de entornos profesionales poco saludables continúan afectando al 50% de los trabajadores españoles. Hasta un 65% de los afectados asocian estas molestias al mobiliario en el que se desarrolla su actividad profesional, según constata un estudio del IBV.
“Nos encontramos con un porcentaje muy alto, un 75-80% de las empresas, que quieren diseñar o rediseñar su espacio laboral pero no establecen criterios de sostenibilidad. Actualmente solo 2 de cada 10 empresas priorizan y exigen como obligatorios estos criterios”, afirma Jose Antonio Marta, Director General de la firma Hermarta Arquitectura, especializada en el equipamiento integral de espacios laborales. Desde el estudio de arquitectura destacan algunas claves para conseguir una oficina saludable y sostenible.
Sostenibilidad y mobiliario de origen natural
Uno de los primeros síntomas de que estamos ante un espacio saludable es comprobar que se rige bajo criterios de sostenibilidad: se cuida el medio ambiente, se practica el reciclaje, se utilizan energías renovables y materiales ecológicos, libres de compuestos orgánicos volátiles. Algunos elementos de mobiliario que deberían ser sostenibles para mejorar la calidad del espacio y la salud del trabajador son los pavimentos, moquetas sobre todo, y las mamparas, que provengan de paneles recuperados o tengan origen reciclado. En el caso de la sillería o colectividades, es importante conocer los orígenes de las tapicerías y revestimientos textiles para evitar también factores como la sobrecarga de electricidad estática, que puede afectar a la salud de los usuarios.
Iluminación y eficiencia energética
Una de las mejores maneras de conseguir una oficina “verde” es potenciar la luz natural y utilizar la artificial sólo cuando sea estrictamente necesario. La entrada de luz natural a través de ventanales mejora además el descanso y la capacidad de concentración de los empleados. Por el contrario, el uso de la luz artificial y la falta de ventanas cansa la vista, desmotiva al trabajador, que siente una total desincronización con el día. Si ha de utilizarse es mucho mejor utilizar lámparas de bajo consumo o leds, que son más duraderas y eficientes. También es muy importante que por la noche se apaguen las luces y todos aquellos equipos electrónicos que no se utilicen, como impresoras, fotocopiadores y ordenadores.
Ruido y mamparas
Uno de los aspectos que más problemas genera en una oficina es el ruido. Aunque la tendencia de las oficinas actuales es crear espacios abiertos y diáfanos donde pueda mantenerse un contacto más directo, lo cierto es que en la práctica resulta molesto e incide muchas veces en la capacidad de concentración. Por ello, es una buena opción utilizar mamparas de oficina, que permiten crear espacios proporcionando la privacidad y el aislamiento acústico necesario sin perder el contacto con el equipo de trabajo.
Ventilación y climatización
La ventilación o climatización del espacio se recomienda que sea de la forma más natural posible, aportando nuevas tecnologías. La climatización en verano e invierno influye directamente en los empleados ya que, sin un bienestar térmico, las capacidades de las personas no funcionan a pleno rendimiento. Para ello, se debe mantener una media de entre 21º y 23º, temperatura ideal para la salud, la motivación y la concentración, según los expertos.
Bioarquitectura y elementos naturales
En este nuevo diseño de espacios laborales, la presencia de elementos verdes (plantas, paredes verticales) que aporten un toque de bioarquitectura es un ‘must’. Favorece la capacidad emocional y participativa de los empleados y mejora su salud con su aportación de oxígeno al ambiente.