Algo más de cinco años después de hacerse con el control de Tinsa por 100 millones de euros. La valoración de la empresa podría alcanzar entre 300 y 350 millones de euros, de acuerdo con estimaciones del mercado, una cantidad que representa alrededor de 10 veces el EBITDA de que ha previsto Tinsa para este ejercicio.
La tasadora espera tener un crecimiento en ventas del 12%. Estas cifras reflejan la fuerte recuperación que el sector inmobiliario español está disfrutando, después de un período de inactividad tras la burbuja y la crisis económica resultante.
La resurrección del mercado inmobiliario puede haber influido en la decisión de Advent para deshacerse de la tasadora. Rothchild será el encargado de llevar las negociaciones con los distintos pretendientes que ya han mostrado interés en Tinsa.