No se trata de una coincidencia que aumenten las estafas en la etapa veraniega, en la que tanto particulares como agencias anuncian apartamentos que no reúnen las condiciones que publicitan. Esta parte del sector inmobiliario tiene como objeto el embolso de buenas cantidades económicas. Lo logran principalmente a través de internet, colgando fotos y videos con el epígrafe “oferta online”, concretamente con viviendas situadas en las costas.
Destaca el mes de agosto como el más caro del año y, por lo tanto, en el que más engaños se producen. Los turistas pagan cantidades elevadas de dinero por obtener un apartamento cerca de la playa, con vistas al mar, jardín y otras preferencias, pero no es hasta el momento de la llegada a la vivienda cuando ven el engaño.
Según las encuestas, el 68% de los engaños se concreta en la ubicación con la distancia al mar. Estas ofertas garantizan el apartamento en primera línea de playa o a escasos 500 metros, resultando esto un engaño y la posterior confirmación de la necesidad del uso de trasporte, lo que es un verdadero caos para las familias con niños o personas mayores.
Respecto al interior de la vivienda, se encuentran con la falta de aire acondicionado, microondas, lavadoras y lavavajillas, utilizando los propios propietarios de tales inexistencias la excusa de la reciente avería de los mismos. Además, se suelen omitir problemas relativos a humedades, calor excesivo y poca luminosidad.
Por último, para garantizar numerosos clientes, el propietario exige una señal de reserva meses antes de la fecha, con lo que consiguen numerosas cantidades de dinero. No obstante, por fortuna este tipo de estafa se concreta en un porcentaje mínimo.