1. Necesidad de una simbiosis bancos-mercado inmobiliario
En ocasiones las efemérides y los aniversarios es mejor no celebrarlos. Cuando comenzaba a escribir este artículo recordaba uno anterior que hace ya siete años en estas mismas fechas también escribía (aunque para que establecer tiempo, si todos tenemos muy interiorizado el periodo de dureza del sector de la vivienda), entonces el escenario que se presentaba era el llamado fin de la burbuja inmobiliaria (término acuñado en el año 2004 y con el que no he estado nunca del todo de acuerdo y sobre lo que me he definido en varias ocasiones). Lo cierto es que en aquellas fechas desde Estados Unidos llegaban noticias de las pérdidas bancarias consecuencia de las hipotecas que habían constituido con criterios de alto riesgo, las llamadas “subprime” y que habían contaminado el mercado de los bonos y cédulas hipotecarias en Europa, con un desastroso resultado global, ya que su incidencia se extendió tanto en el tiempo (hoy seguimos sufriendo sus efectos), como en su ámbito (afectando a todos los sectores de la economía).
Escribía en aquellos momentos (lo que comportó que me manifestaran, no pocas discrepancias), que el origen, que la razón de fondo, en definitiva que el problema no se motivaba en un sector industrial y de servicios como era el sector inmobiliario, sino que su origen, la fuente de las dificultades surgía en gran medida del sector bancario. Con el tiempo se ha ido clarificando el horizonte y se ha visto que realmente el desenlace se produjo por un exceso de endeudamiento global, incentivado por los bancos, que se extendió con sus políticas expansivas tanto a las empresas y, por supuesto, también a las familias, como al conjunto de la economía, quedando afectadas también las Administraciones e incluso la propia banca.
Ahora se trata, con de fin de poder establecer ciertas previsiones de mejora de la capacidad de obtener crédito en los mercados financieros, de visualizar, de analizar el proceso de los bancos (generadores de esa liquidez financiera en el mercado) en cuanto a su mejora de resultados, a la reducción de su propio endeudamiento, a su posicionamiento y cumplimiento con los requisitos de Basilea y con las coberturas que se ven necesitados de efectuar para obtener las calificaciones de solvencia necesarias en un entorno cada vez más exigente y más demandante de solvencia.
La necesidad de una simbiosis bancos-mercado inmobiliario se ve reforzada en cada uno de estos procesos. En la medida que los bancos van mejorando su posición, el sector inmobiliario tiene más posibilidades de comenzar a andar, de tener capacidad de actuar y de iniciar un proceso de producción de acuerdo con la demanda actual. No se trata, como ya hemos expuesto con anterioridad de mejorar, sino de avanzar y para ello se hace imprescindible el soporte de los bancos en la concesión de créditos.
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