El Código Técnico de la Edificación será positivo para el sector pues favorecerá la aparición de nuevos productos en el mercado. La nueva normativa, basada en prestaciones, permitirá la investigación y la creación de soluciones constructivas, configurando un escenario más abierto que facilitará el desarrollo del sector cerámico.
Los profesionales del sector deberán adoptar un nuevo enfoque respecto al que tradicionalmente era común: el hecho de considerar al edificio completo como un producto que debe cumplir las prestaciones establecidas. En el caso del aislamiento acústico, este cambio supone, entre otras cosas, que no sólo el elemento separador es importante, sino que su combinación con el resto de soluciones constructivas del edificio, y la forma en que se resuelvan los encuentros entre estos, será crítica a la hora de conseguir las nuevas exigencias de aislamiento acústico.
Los tres elementos para alcanzar los requisitos del Código Técnico de Edificación (CTE) son: contar con un buen elemento separador, escoger adecuadamente el resto de soluciones constructivas y resolver los encuentros entre elementos.
Estudio
Para dar respuesta a estas nuevas exigencias, se ha desarrollado un estudio en profundidad del comportamiento acústico de cerramientos dobles de albañilería, buscando maximizar sus prestaciones frente al ruido. Este trabajo mostró que el mecanismo principal de transmisión era el í«puente acústico estructuralí que se forma a través de la unión de las hojas con los elementos de flanco (forjados, paredes laterales, etc.).
Es decir, en una pared doble el sonido se transmite de un recinto al otro a través de los dos caminos reflejados en la siguiente figura:
De las dos posibles vías de transmisión, es el camino ladrilloñbordeñladrillo el dominante en la mayoría de las situaciones comunes, por lo que para lograr paredes dobles de altas prestaciones acústicas, capaces de cumplir los requisitos del futuro CTE es necesario eliminar la transmisión acústica a través de los bordes. La forma ideal de hacerlo es interrumpir los forjados y paredes laterales, utilizando bandas perimetrales resilientes de diversos materiales, tal y como es habitual en países como Francia o Bélgica.
Las ventajas de la utilización de este sistema son espectaculares en la mejora del aislamiento de paredes dobles. Múltiples ensayos han sido realizados en diversos laboratorios (¡rea de Acústica del Gobierno Vasco, Instituto de Acústica del CSIC, Audiotec´´) mostrando aislamientos entre 53 y 64 dB, en función del tipo de ladrillo, espesor de la cámara, material aislante, etc´´
Del comportamiento en laboratorio a las prestaciones del edificio
Sin embargo, en el contexto del nuevo CTE, el tener un elemento separador de elevadas prestaciones en laboratorio no garantiza en absoluto el que se logren los requisitos in situ exigidos al conjunto del edificio. Una solución puede pueden sufrir pérdidas de 20dB o más entre el laboratorio y la obra, debido a la transmisión indirecta de energía sonora a través de suelos, techos, paredes laterales, fachadas, etc.
Por ejemplo, si se coloca como elemento separador entre dos viviendas una pared que, da un aislamiento en laboratorio de 60 dB, aún cuando su ejecución en obra haya sido correcta, la medición in situ puede oscilar fácilmente entre los 45 y los 56 dB en función del tipo de forjado, suelo, tabiques y fachada del edificio.
Resolución de puntos singulares
Interrumpiendo el trasdosado, se logra aumentar el aislamiento de 5 ñ 6 dB mayor sólo por ejecutar el encuentro de la forma correcta.
Presencia de elementos auxiliares a las propias soluciones constructivas, como cajas de persianas, supone un camino directo de transmisión de sonido en ocasiones de gran importancia. Este efecto negativo se suele atribuir equivocadamente a la falta de aislamiento del elemento separador. Una solución sencilla para evitar este camino de transmisión consiste en prolongar la medianera hasta que contacte con la hoja exterior de la fachada.
Las soluciones de dos hojas de albañilería apoyadas en bandas resilientes han demostrado ya su aplicabilidad real en España. Múltiples edificios han sido ejecutados por toda la geografía utilizando estas innovadoras soluciones y, por supuesto, teniendo en cuenta todos los aspectos citados anteriormente relativos a la combinación de soluciones constructivas y definición de encuentros entre elementos y de puntos singulares de los edificios. De este modo se han alcanzado, aún en los casos más desfavorables geométricamente aislamientos que cumplen sobradamente los requisitos del futuro CTE, tanto utilizando ladrillos de formato tradicional como ladrillos de gran formato.
Conclusiones
El cambio desde una normativa que exige el aislamiento a los productos en laboratorio a otra que exige las prestaciones al conjunto del edificio implica un importante cambio de mentalidad en los agentes implicados en el diseño, siendo imprescindible considerar la importancia de la combinación de soluciones constructivas y la correcta definición de los encuentros entre las mismas.
El uso de bandas resilientes perimetrales en paredes dobles de albañilería permite evitar el puente acústico que se forma entre las hojas de fábrica, lográndose aislamientos en laboratorio de hasta 64 dBA con soluciones y espesores tradicionales. Asimismo, el uso de dichas bandas elásticas mejora el aislamiento entre recintos en vertical, al eliminar uno de los principales caminos de transmisión de ruido.
Los aislamientos medidos in situ para estas soluciones, aún en los casos geométricos más desfavorables, cumplen claramente con la exigencia de DnTA >50dBA, llegando a superar incluso los 55dBA en situaciones como aislamiento entre salones de viviendas.
Sin embargo no cualquier combinación de soluciones constructivas es válida para alcanzar estos requisitos. Un elemento separador de altas prestaciones es necesario pero no suficiente, dado que las pérdidas por flancos pueden alcanzar valores incluso superiores a los 20dB.
Igualmente, la correcta resolución de los encuentros entre elementos es vital para evitar la formación de puentes acústicos que disminuyan el aislamiento acústico y, por lo tanto, la calidad final de las viviendas.
#ads1{display: none !important;}
#ads2{display: none !important;}
#ads3{display: none !important;}
#ads4{display: none !important;}
/*.code-block {display: none !important;}*/
#economist-inarticle{display: none !important}
#publicidad{display:none;}
#cortardivhglobal{display: none !important;}
¿Quieres seguir leyendo?
Suscríbete a la Revista Inmueble desde