Que afrontamos un nuevo escenario en el sector inmobiliario y de la construcción y, especialmente acusado, qué empresas o qué empresarios saldrán mejor parados…
Indudablemente, tras años ( que de bonanza económica tarde o temprano se tenía que producir el efecto contrario. El problema es que al ajuste de precios propio de la vivienda se han unido otros factores (aumento de los precios del petróleo o encarecimiento en el precio alimentos), y esta conjunción no sabemos cómo debemos encararla. la mayoría de los expertos consideran que cuando el actual entre las 350.000 o 400.000 viviendas por año, podremos ir asistiendo a subidas de precios en línea con el IPC, que se irán superando al cabo de los cuatro o cinco años, y entoncesÉ
En estos momentos de análisis de cifras y en algunas ocasiones el exceso puede ser de optimistas Parece que los diferentes informes realizados por los expertos rivalicen en pronosticar cuanto tiempo tardaremos en superar estos momentos de desaceleración o mejor, crisis inmobiliaria. Serenidad es la palabra clave, ya que de momento nadie puede vaticinar nada concreto.
Siempre nos quedará el mercado internacional para buscar nuevos mercados en los que invertir; aunque los expertos comienzan a alertar de que obstante, ciertos mercados se considera que pueden están maduros.
En un momento como el actual en el que ante la falta de liquidez de las empresas inmobiliarias, se renegocia con las entidades financieras las deudas de las diferentes sociedades o grupos de ellas, protagonistas.
Si hasta unas fechas proyectos, ahora es todo lo contrario, lo son por sus máximos responsables. Por la salida o desinversión de éstos, motivada por la refinanciación de las deudas acumuladas.
Uno de los ejemplos más evidentes esLuis Portillo Por otra parte, a estas fechasAISA pendiente de la decisión de si debe o no presentar concurso de acreedores) cómo han dejado la empresa en muy poco tiempo.
Serenidad es la palabra clave.
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