El Código Técnico de la Edificación (CTE) establece nuevos requisitos de limitación de demanda energética cuando se acometen obras de rehabilitación. En este contexto, crece la importancia de productos que cumplan la norma y, además, faciliten la rehabilitación sin que haya que acometer grandes obras, lo que permite el ahorro de mano de obra y material. Para atender las necesidades de rehabilitación en el apartado específico de las cubiertas planas, la tipología más habitual en España, Danosa ha lanzado al mercado la baldosa aislante Danolosa.
Necesidad normativa
Los requerimientos del CTE afectan a los edificios de nueva construcción y las reformas de edificios ya existentes cuya superficie útil sea superior a 1.000 m2 y en los que se renueve más del 25% de los cerramientos. Esta exigencia implica en la práctica que en muchos casos será obligatorio el aumento de aislamiento térmico a la hora de realizar la rehabilitación de un edificio.
Otro dato a tener en cuenta es que el interés del Gobierno en aumentar de la eficiencia energética de los edificios se ha trasladado no sólo a las herramientas normativas comentadas, sino que también contempla incentivos en forma de ayudas económicas englobadas en el Plan de Acción 2008-2012 de Estrategia de Ahorro y Eficiencia Energética, aprobado recientemente. El plan recoge ayudas oficiales a comunidades vecinales que deseen realizar la rehabilitación de su edificio dentro del marco establecido.
Mercado de rehabilitación de cubiertas
De las múltiples posibilidades de rehabilitación a las que podemos someter un edificio, nos centraremos en la rehabilitación de cubiertas planas transitables y no transitables, bien sean autoprotegidas, bien sean con protección pesada (grava), tal y como se muestra en la figura 1. La cubierta plana es la más común de las tipologías de cubiertas que podemos encontrar en el territorio nacional.
La solución planteada para este tipo de rehabilitaciones con pavimentos transitables tiene también cabida dentro de los dos sistemas fundamentales de impermeabilización usados en España: impermeabilización mediante láminas asfálticas, e impermeabilización mediante laminas sintéticas (láminas de PVC).
Este tipo de materiales están compuestos por una baldosa aislante constituida por un pavimento de hormigón poroso que actúa como protección mecánica de una base aislante de poliestireno extruido, lo que da lugar a una superficie practicable resistente y aislada térmicamente. De esta manera, se añade a la cubierta aislamiento térmico y pavimentación efectiva, proporcionando el confort térmico adecuado y creando a su vez nuevos espacios practicables, con el consiguiente ahorro de energía. De la mima manera, protege las membranas de daños mecánicos, de tensiones producidas por el viento y de variaciones de temperatura, alargando la vida de las mismas.
Su uso como pasillos técnicos en cubiertas de grava permite un fácil acceso a las instalaciones, proporcionando a su vez un espacio útil donde realizar los posibles mantenimientos con la seguridad y comodidad necesaria.
Otra característica de estas losas es que, debido a su resistencia mecánica, dimensiones y acabado, permite la construcción de bancadas e instalación de enanos para equipos e instalaciones, dando continuidad al pavimento.
La baldosa se instala de forma flotante, por lo que no necesitaremos juntas de pavimentos en la cubierta. Por lo tanto, es desmontable y facilita el mantenimiento de la cubierta, por el rápido acceso a la impermeabilización que proporciona. Esta sencilla puesta en obra hace que la mano de obra sea muy económica. La rentabilidad económica también se obtiene debido a que aligeran sensiblemente el peso de la cubierta frente a otro tipo de protecciones pesadas.
La gran capacidad filtrante de la losa permite la instalación y el tránsito sobre ella, incluso en condiciones meteorológicas adversas (lluvia, nieve).
Ventajas por tipologías de cubiertas
Si nos fijamos en las ventajas de este material por tipología de cubierta, observamos que cuando queremos someter una cubierta plana transitable a una rehabilitación, y tenemos obligación o simplemente la intención de aumentar el aislamiento térmico, hemos de realizar un importante desmontaje de la misma. Esto supone levantar el pavimento existente junto con la protección pesada, retirar el aislamiento térmico (que prácticamente resultará inservible) en el caso de cubierta invertida, y volver a reimpermeabilizar.
Si, por cuestiones de coste (que es elevado), no queremos realizar este tipo de obra, sólo tendríamos la opción de reimpermeabilizar con láminas autoprotegidas, o protección con grava dejando en ambos casos la cubierta como no transitable. Sin embargo, mediante pavimentos practicables podemos ir a una solución de precio muy similar y que a su vez sigue manteniendo el carácter transitable de la cubierta. Con esta solución, bastaría con reimpermeabilizar la cubierta existente para a continuación apoyar las baldosas filtrantes.
En el caso de encontrarnos con una cubierta no transitable con protección pesada (grava), además de poder dotar a la cubierta de accesibilidad, hemos de tener en cuenta que evitamos el manejo de la grava, que únicamente hay que retirar, y que podemos reutilizar el aislamiento existente apoyando directamente la baldosa sobre el mismo, resultando por su rapidez un coste similar a una rehabilitación con grava.
Conclusión
Son evidentes las innumerables ventajas en rehabilitación de cubiertas que obtenemos con pavimentos practicables. Por ello, Danosa lanza una nueva línea de producto, las losas filtrantes Danolosa, con dimensiones 50×50 cm y diferentes espesores.
La utilización de losas filtrantes en rehabilitación de cubiertas nos proporciona un menor coste en el desmontaje de la cubierta, así como una mayor facilidad en reparaciones posteriores, lo cual repercute en un óptimo mantenimiento de la cubierta. En consecuencia, obtendremos una mejora del aislamiento térmico y proporcionaremos mayor calidad al usuario final.
( tabls en docuemtno adjunto)
Autor: Agustín Dorado González. DANOSA
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