Por Joan Bermúdez
En breve: Presentar la dificultad que existe de disponer de viviendas para poder atender la demanda del mercado del alquiler, resulta al mismo tiempo la reiteración de un hecho que es conocido y la expresión de una preocupación de quienes tienen en sus manos las posibles herramientas para intervenir, lo cual se ha convertido en un factor generador de propuestas políticas en los diferentes niveles de la Administración Pública, con el fin de poder aportar medidas en unos casos, ideas y sugerencias en otros, para intentar en lo posible atenuar el definir que claramente existe de residencias para las familias y al mismo tiempo reducir la presión sobre los alquileres que en forma continuada aumentando, por ello la simple presentación de este escenario no aporta nada nuevo al conocimiento general, aunque si podría resultar interesante saber en qué medida somos conocedores de la realidad del parque de viviendas que existe, del volumen de estas que están, o pueden estar en el mercado de alquiler y en su caso que propuestas se debaten y que opciones de éxito pueden tener.
SUMARIO
-Mercado del alquiler
-Mercado de las viviendas vacías
Se tratan con demasiada ligereza los datos relativos al volumen de viviendas que hay en el mercado y se mantienen cerradas y (se presupone) podrían (“algunos” dice que deberían) ser puestas en el mercado del alquiler, afirmando que con ello se resolvería el problema tanto de la falta de viviendas como consecuentemente con el aumento de la oferta, el precio de los arrendamientos. Ciertamente, en cualquier mercado el incremento de la oferta genera una reducción de los precios y en este caso no debería ser de otra forma, aunque aquí debemos comenzar haciendo ciertas matizaciones, sin pretender establecer un orden de prioridades en las mismas, ya que todas tienen o pueden tener su repercusión en la ecuación que se ha planteado. Comenzaríamos preguntándonos si realmente conocemos el parque de viviendas que existe en total y de estas las que realmente están vacías (y en este contexto esta definición se debería centrar en las que pueden ser realmente susceptibles de ser aportadas el mercado de alquiler).
Por otra parte, también deberíamos preguntarnos cuál es la necesidad real de nuevos pisos. En el año 2.013 el número de hogares según el Instituto Nacional de Estadística (I.N.E.) era de 18.217300, situándose en el año 2.017 se situaba en 18.472.800 con un incremento de 1,39%. Según la misma fuente el volumen total de viviendas que existían a final del año 2.017 era de 25.645.100, con un incremento en relación a las 25.249.53 del año 2.011, lo que aporta 396.047 nuevas viviendas como incorporación neta al mercado, un incremento del 1.56% en siete años, de las cuales promovidas por las Administraciones Publicas han sido 3.301 (0.83% sobre el total construido).
Según los últimos datos disponibles del I.N.E. que se corresponden al año 2.011 el total de viviendas vacías era 3,4 millones, siendo el resto 3,7 MM viviendas secundarias (las llamadas segundas residencias), lo cual representaba el 13,49% sobre las primeras residencias, lo que denota un alto volumen de familias con dos viviendas. Actualmente y atendiendo a la evolución del epígrafe de las viviendas secundarias y vacías que se han visto reducidas en un 9.12% en tan solo 6 años, apunta hacia un stock de las viviendas vacías en un entorno de los 2,6 MM, habiendo producido una incorporación importante de las llamadas viviendas vacías al mercado de alquiler, siendo según Eurostat el mercado de alquiler del 22% en el año 2.016, frente al 15% que había representado en el año 2.007.
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