La evolución del sector inmobiliario ha supuesto un cambio de paradigma en el ecosistema económico. El desarrollo del proptech, la tecnología inmobiliaria, la apuesta por el marketing o las nuevas técnicas de venta como el Home Staging son algunos de los factores que han motivado esta transformación.
Housell, una de las empresas líderes en el sector de la compra-venta de inmuebles de particular a particular, analiza las razones por las que esta nueva figura va a cobrar un protagonismo cada vez mayor en el escenario inmobiliario.
¿Qué es un personal shopper?
Además de las innovaciones tecnológicas, también han “nacido” nuevos perfiles profesionales, que lejos de sustituir a los antiguos agentes inmobiliarios, aportan una nueva visión a la hora de buscar la casa de nuestros sueños.
El Personal Shopper es un asesor que defiende de forma exclusiva los intereses de su cliente, buscando y cerrando siempre la mejor opción para este.
El defensor de los intereses del comprador
En las agencias tradicionales, los agentes inmobiliarios velan por los intereses del vendedor. Un personal shopper es un “agente” del comprador. Este es el rasgo que más les distingue. Defienden los intereses del comprador, nunca del vendedor. Además, la agencia tradicional dispone de una cartera de vivienda que necesitan “vender”. El personal shopper accede al 100% de las viviendas y siempre negocian a favor del comprador.
¿Por qué se ha producido esta “indefensión” del comprador? En España, la tendencia ha sido la de invertir los ahorros en el ladrillo. Hasta que explotó la burbuja inmobiliaria, muchas familias compraban inmuebles para disponer de una “renta” en la jubilación. La demanda ha sido tan grande, y durante tanto tiempo, que toda la atención estaba focalizada en la oferta y los “vendedores”.
La situación está tan viciada, que en muchísimas ocasiones la comisión de las agencias inmobiliarias la paga tanto el comprador como el vendedor. El que vende contrata los servicios de la agencia, pero el que compra también tiene que pagar una comisión. De esta forma, durante décadas el comprador ha estado muy desprotegido a la hora de buscar una casa y “exigir” lo que quiere.
Un cambio de paradigma
Esto no pasa en los países anglosajones, en los que más del 40% de las transacciones inmobiliarias las llevan a cabo los personal shoppers, focalizados en conseguir la mejor oferta para el comprador, y no para el vendedor, como ha pasado en nuestro país.
Gracias a la figura del personal shopper, ahora el comprador pone las condiciones y tiene mayor poder de negociación.
“En un mercado en disrupción, se genera muchas oportunidades. En el caso de los ‘personal shopper’ todas giran en torno a soluciones más completas, independientes y transparentes, lo que garantiza la mejor compra posible. Acceder a todo el mercado de la mano de un experto, que lucha siempre (y exclusivamente) por nuestros intereses, marca la diferencia”, afirma Jesús Moreno Pinar, director de marketing de compradores en Housell.