Por Miguel García Bernárdez CEO de InmoCrowd. Especialista en crowdfunding inmobiliario.
Sumario:
- Introducción
- Ejemplo
- El blockchain y las empresas inmobiliarias
Un token no es otra cosa que un nuevo término para una unidad de valor emitida por una entidad privada. En definición de William Mougayar, autor del libro ‘The business blockchain’, un token o ficha, tal como las que se utilizan en un coche de choque o en un casino en relación al mundo real, es “una unidad de valor que una organización crea para gobernar su modelo de negocio y dar más poder a sus usuarios para interactuar con sus productos, al tiempo que facilita la distribución y reparto de beneficios entre todos sus accionistas”. Entre otras cosas puede servir para otorgar un derecho.
Introducción
Dicho esto, se define tokenización como un método para convertir derechos de un activo en un token digital. O expresado de otra forma, es el proceso de convertir derechos de un activo en un token digital en una cadena de bloques o blockchain. Del mismo modo «los tokens admiten varias capas de valor en su interior, por lo que es quien lo diseña el que decide qué tiene dentro un token concreto”, en palabras de Cristina Carrascosa, abogada y coautora del libro: «Blockchain, la revolución industrial de Internet».
En este sentido tokenizar una propiedad o un inmueble es básicamente generar un token en un smart contract y dar un valor a ese token en correspondencia con el activo real. Para entenderlo, siguiendo un modelo básico de crowdfunding, la propiedad se divide en acciones, y las «acciones» son tokenizadas.
Ejemplo
Veámoslo con un ejemplo: Supongamos que el nuevo estadio del Atlético de Madrid, el Wanda Metropolitano tiene un valor de mercado de EUR 600 millones. Ahora y a través una aplicación descentralizada creamos un nuevo token al que llamaremos WMAM y le asignamos un valor de € 1, con lo que tenemos entonces 600 millones de tokens WMAM que ponemos a la venta. Cualquier persona del mundo puede comprarlos y poseer una cantidad muy pequeña de este nuevo estadio. Pero, ¿qué es realmente a lo que el token da derecho? Dará derecho a lo que se haya especificado en el smart contract al que esté vinculado dicho token. Normalmente un valor de participación en los dividendos que genere el estadio. Pero en ningún caso la parte de propiedad del estadio. Volveré sobre este punto al final.
Lo importante ahora es ver que la tokenización de activos físicos otorga inmediata liquidez al mercado inmobiliario. Para entenderlo, es similar al proceso de titulización hipotecaria que realizan los bancos. Es decir, los bancos transforman activos poco líquidos en instrumentos para obtener financiación, y así eliminan el riesgo de impago a través de esa titulización. No hacen más que vender las hipotecas empaquetadas a terceros- fondos, sociedades, ect- que a su vez las colocan entre inversores. Una praxis «legal» pero que de forma malintencionada fue lo que provocó la crisis 2008 con las hipotecas subprime. No obstante, eso es otra historia.
Lo interesante, acabando con el ejemplo comparativo, es ver que con este sistema es posible separar el valor económico- en este caso el derecho de crédito de la hipoteca- del activo real, el cual garantiza la hipoteca. Pues bien, por definición un token hace lo mismo. Al crearse un mercado de compraventa de tokens – que es además un mercado puro porque solo interviene oferta y demanda- y estos son altamente divisibles y universales hará que si aumenta la demanda reduciría sensiblemente el descuento de iliquidez asociado al mercado inmobiliario. Hay quien le pone cifras a estas afirmaciones, veamos: El valor inmobiliario global se estimó recientemente en 217 billones de dólares. Aproximadamente el 25% de ese total, unos $ 54 billones, es comercial. Por el motivo argumentado digamos que una prima de liquidez del 10% se aplicase a estos activos al tokenizarse y podrían ser negociados libremente. Y esos, son más de $ 5 billones.
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