Por:
Andrés Labella Iglesias, abogado, Equipo THE HOUND
Isabel Torres Ullés, arquitecto, Equipo REHABiNOVA
Guillem Izquierdo Grau, PhD y abogado, Equipo EUROPEAN LAWYERS
SUMARIO:
1.- Concepto y dimensiones del cohousing.
2.- Tipologías y ejemplos.
3.- Herramientas para su creación.
4.- Conclusiones.
En breve: El fenómeno del cohousing, o vivienda colaborativa, -que nace en la década de los años setenta en Dinamarca, Holanda y en los noventa se extiende a los Estados Unidos de América- se manifiesta en diferentes formas de vida compartida, creando unas comunidades de convivencia con un fuerte sentimiento de pertenencia.
1.- Concepto y dimensiones del cohousing.
Si bien la tipología de los espacios y familias son muy diferentes entre sí, todas comparten unos valores y prácticas, que generan un impacto social muy destacado, procurando una red contra el aislamiento social y una plataforma desde la que compartir actividades y servicios.
Antes de entrar a relacionar algunos de los diferentes tipos de cohousing y sus ejemplos, parece necesario esbozar lo que denominamos las ocho dimensiones que definen las viviendas colaborativas, -para diferenciarlas, por ejemplo, de las viviendas en régimen de propiedad horizontal-.
A modo de las caras de la moneda, por un lado tenemos cuatro dimensiones que hacen referencia a los aspectos jurídicos y arquitectónicos de las viviendas; y por el otro, tenemos las cuatro que refieren al impacto social en la convivencia.
Respecto de las viviendas, debemos analizar en primer lugar la configuración jurídica del inmueble, a saber, si está en régimen de propiedad horizontal o bien constituye un único inmueble. Como consecuencia de ello, hay que definir qué tipo de título o contrato legitima a los residentes para vivir en la vivienda, ya sea propiedad individual, alquiler o bien cesión de uso por ser la vivienda propiedad de una cooperativa. Junto con ello, en tercer lugar, para el éxito de la comunidad es necesario fijar las normas de gobernanza que promuevan el respeto y la mejor convivencia; y por último, de importancia capital, es el diseño arquitectónico y la configuración de los espacios comunes, privados y mixtos, que promocionen la interacción social a la vez que se crean viviendas saludables que representen un territorio de significado para las familias y en las que manifiesta el derecho a la intimidad. Con todo ello se conocerán el alcance y los límites de los derechos de los convivientes.
En cuanto al impacto social, cuatro son las dimensiones o ejes que se comparten en cohousing: Inclusión social, viviendo y actuando juntos contra la soledad y la marginación a través de la inclusión residencial; la democracia, mediante la participación activa en la toma de decisiones, desde el diseño del espacio hasta la convivencia efectiva; la sostenibilidad, en todos los ámbitos, desde el justo precio en la adquisición, hasta la actividad económica que se genere, pasando evidentemente por los modelos constructivos y los suministros energéticos; y el desarrollo, tanto económico para generar recursos y actividad circular, como integral desde la vertiente personal, familiar y educativa.
2.- Tipologías y ejemplos.
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