- Arquitectos expertos en edificación pasiva dan las claves al respecto en una jornada monográfica organizada por la Plataforma de Edificación Passivhaus en el COAM
La Plataforma de Edificación Passivhaus (PEP), asociación sin ánimo de lucro que engloba a profesionales, empresas y personas con inquietudes y conocimientos en el campo de la edificación energéticamente eficiente, celebra el jueves 28 de septiembre una jornada en la que se darán las claves sobre cómo controlar eficazmente el sobrecalentamiento interior de los edificios.
La jornada, especialmente dirigida a perfiles técnicos de empresas del sector de la construcción y de la Administración Pública, tendrá lugar en la sede del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM) y contará con ponencias de distintos expertos tanto del ámbito académico como empresarial. Entre los ponentes se encuentran Pablo Gómez, profesor del Master de Infografía en Arquitectura y Urbanismo de la UPM (MiAU), los arquitectos Bruno Gutierrez y Emilio Sánchez Quesada, arquitectos, socios de PEP y el técnico Arkaitz Aguirre, de la empresa especializada en persianas y estores, GRIESSER, patrocinador oficial del evento y de PEP.
Según explica Adelina Uriarte, presidenta de la Plataforma de Edificación Passivhaus “con esta jornada hemos querido destacar la importancia de incluir, desde el inicio de cualquier proyecto de construcción, sistemas que permitan controlar y tratar de llevar al mínimo el sobrecalentamiento interior de los edificios. Estamos orgullosos de poder celebrar este evento en la sede de una institución tan emblemática como el COAM y de tener como ponentes a profesionales de alto nivel que explicarán las claves, ventajas y beneficios de una construcción bajo el estándar Passivhaus para garantizar una temperatura constante y adecuada en el interior de viviendas y edificios”.
En los meses más calurosos, o en zonas con climas templados o cálidos durante todo el año, el estándar Passivhaus garantiza un control del sobrecalentamiento interior de edificios y viviendas mediante el empleo de barreras de protección exterior y de sombreado que se incluyen en el diseño del proyecto. Entre los elementos más utilizados se encuentran los voladizos y las lamas orientables, tanto motorizadas como domotizadas. Estas barreras son clave para proteger las superficies de vidrio susceptibles de recibir radiación solar y muestran mayor eficacia que las técnicas de protección interior por sí solas que, si bien ayudan, no son la solución ideal.
Asimismo, se pueden integrar en el diseño de la casa pasiva otras técnicas que contribuyen a evitar el sobrecalentamiento en los edificios como puede ser la combinación de la inercia térmica con la refrigeración nocturna por ventilación natural.
La utilización de estas técnicas, junto con otras, colaboran de forma sensible y son absolutamente necesarias para lograr los objetivos de consumo casi nulo de una edificación Passivhaus (demanda de refrigeración menor o igual a 15 kwh/m² +0,3kWh/m² para deshumidificación) y ayuda a garantizar los beneficios de una edificación construida bajo este estándar, reduciendo hasta en un 90% la demanda de energía para calefacción y refrigeración frente a los edificios convencionales gracias a un diseño avanzado de aislamiento. De esta forma, mediante la optimización de los recursos existentes se logra mantener una temperatura constante y confortable tanto en invierno como en verano.
Reivindicando el estándar Passivhaus para el cumplimiento de la normativa europea
La Directiva Europea 2010/31 exige a los estados miembros de la Unión que todos sus edificios públicos sean Edificios de Consumo Casi Nulo (ECCN) a partir del 31 de diciembre de 2018 y todos los edificios, sin excepción, lo sean a partir del 31 de diciembre de 2020. Por ello urge legislar para garantizar en España la edificación energéticamente eficiente.
En este sentido, el estándar más extendido y contrastado a nivel mundial es el estándar “Passivhaus”. Este estándar se basa en cinco principios básicos que son los siguientes: aislamiento térmico; la eliminación de los puentes térmicos, puertas y ventanas exteriores de altas prestaciones térmicas; la hermeticidad al aire de la envolvente; y la ventilación con un sistema mecánico con recuperación de calor que permite renovar el aire interior de manera constante y controlada sin perder la temperatura en el interior del edificio.