Salvo raras excepciones, las edificaciones existentes en España tienen graves carencias constructivas que las hacen responsables de significativos consumos de energía. El derroche energético se produce por un deficiente aislamiento térmico de fachadas y cubiertas, climatización o iluminación. La rehabilitación energética no sólo se hace necesaria, para ahorrar en tiempo de crisis, sino que a partir de 2013 será obligatoria.
• El certificado de eficiencia energética será obligatorio para edificios y viviendas ya existentes en todos los contratos de compraventa o alquiler a partir del 1 de enero de 2013
• El 18% de la energía total consumida en España proviene del gasto que realizan las familias en el uso de la vivienda
• La rehabilitación de las fachadas, cubiertas y suelos un edificio podría reducir su el consumo energético en más del 50%
Exposición de la situación energética de España
El reciente incremento del precio de la electricidad preocupa a las familias españolas y ha despertado el interés en las formas de reducir el consumo energético. Parece que las familias están decididas y concienciadas en la necesidad de realizar esfuerzos para alcanzar un verdadero y definitivo ahorro energético. Pero nos encontramos ante un problema de base y es que hasta el momento las medidas que en muchos casos se toman son insuficientes y de resultado limitado ya que no solucionan el problema desde la base: la ineficiencia energética de la construcción original o de los sistemas de climatización existentes.
Es en este punto donde la rehabilitación energética cobra importancia y se establece como única solución para conseguir un uso eficiente de la energía de los edificios a largo plazo.
Si nos remitimos a las cifras, destaca que el 30% de la energía total consumida en España proviene del gasto que realizan las familias. Este consumo se subdivide en un 18% destinado al uso de la vivienda y un 12% al uso del vehículo privado.
El consumo energético de los hogares ha evolucionado por encima del crecimiento de la población hasta una tasa 5 veces superior hasta hace relativamente poco, debido principalmente al aumento del equipamiento doméstico, según la Guía Práctica de Energía publicada por el IDAE. Aunque en la actualidad se ha dado una convergencia entre el ritmo de crecimiento de la población y el consumo de los hogares, el precio de la energía sigue al alza lo que provoca la necesidad de plantear medidas de base.
Políticas Europeas y Españolas
Si repasamos la normativa vigente, podemos ver que Europa ya lleva años apuntando a la importancia de la eficiencia energética en los edificios. La eficiencia energética es considerada una cuestión de prioridad en la hoja de ruta en la que se establece la estrategia que propone Europa para alcanzar un crecimiento inteligente, sostenible e integrador y que incluye tres objetivos principales a alcanzar en 2020: reducir un 20% las emisiones de gases de efecto invernadero, aumentar un 20% las energías renovables y lograr el 20% de eficiencia energética.
Por otro lado la directiva 2002/91/CE establecida por el Parlamento Europeo también tiene como objeto fomentar la eficiencia energética y por ello establece unos requisitos energéticos para edificios nuevos y para los existentes que sufran reformas importantes, que tendrán que disponer de un certificado de eficiencia energética (similar al existente en los electrodomésticos).
Además la directiva exige que estos certificados de eficiencia energética estén disponibles para aquellas personas interesadas en alquiler o compra, en edificios de nueva construcción como existentes, que permitan a los interesados en el alquiler de una vivienda o en su compra conocer la capacidad de consumir de forma eficiente la energía.
Ya en España, se está adaptando la normativa a las directivas europeas, con el recientemente publicado proyecto de Real Decreto que complementa al 47/2007 y que hará exigible el certificado de eficiencia energética para edificios y viviendas ya existentes en todos los contratos de compraventa o arrendamiento a partir de 1 de enero de 2013. Este Real Decreto tendrá un efecto positivo en la sociedad, ya que obligará a que se tomen medidas para que los edificios sean más eficientes a partir de 2013.
La rehabilitación energética, la clave
En este punto, la rehabilitación energética para un uso eficiente de la energía cobra especial importancia siendo la forma más eficaz de alcanzar un verdadero ahorro en el consumo de la energía y aportando valor al patrimonio inmobiliario.
El estudio de WWF España, Potencial de ahorro energético y de emisiones de CO2 del parque residencial existente en España, realizado por Etres Consultores, concluye que las administraciones públicas deben dar prioridad a las ayudas para las medidas en la reducción de la demanda energética del edificio, ya que estas son las que suponen mayor rentabilidad y además producen ahorros económicos significativos (por ejemplo: entre 500-600 €/año para una vivienda media de 80m2 y consumo de 130 kWh/m2) y tiempos de retorno de la inversión asumibles (10-11 años).
Por el contrario, tomar medidas para la renovación de equipos, pese a ser la que menor inversión requiere, genera un ahorro anual menos significativo (menos de 200 €/año para ese mismo caso de vivienda media) y un alto periodo de retorno, cercano a los 30 años.
La medida de instalación de energía solar es la menos rentable para el propietario de una vivienda ya que apenas genera ahorros económicos (sobre los 100 €/año) y el tiempo de retorno de la inversión es superior a 140 años. Sin embargo esta medida suma al objetivo de reducir las emisiones contaminantes y la dependencia energética del país.
Estas cifras demuestran la pobreza energética de la envuelta (fachadas, cubiertas y suelos) de los edificios existentes. Con toda seguridad, si la envuelta de los edificios tuviera una mayor calidad energética los ahorros que se podrían lograr con el resto de medidas serían mayores.
Estas cifras manifiestan que la forma más efectiva y rentable de reducir el consumo de energía con un periodo menor de retorno es la reducción de la demanda energética del edificio. Para ello se debe actuar en la envolvente del edificio, atacando el núcleo del problema mediante la rehabilitación de la fachada, las cubiertas, el suelo y las ventanas, elementos claves para el aislamiento efectivo de las viviendas con el exterior.
A pesar de las altas cifras de ahorro que se pueden alcanzar, la rehabilitación energética de los edificios es un concepto todavía poco extendido en la sociedad debido al desconocimiento de su importancia y beneficios. El primer paso para superar esta barrera es facilitar a los propietarios, comunidades de vecinos y administradores de fincas información sobre cuál es el estado tanto de sus viviendas como del edificio y que ahorro podrían alcanzar si aplicaran ciertas medidas de rehabilitación energética.
La aplicación www.ahorratuenergia.es es una herramienta gratuita a la que puede acceder cualquier persona y que rellenando un sencillo formulario permite obtener un informe energético de la vivienda o edificio, con una estimación del consumo energético actual, las mejores opciones para rehabilitar la vivienda o edificio y el ahorro en consumo energético que alcanzaría si las llevara a cabo.
Ahorratuenergia.es genera un informe energético gratuito.
Pongamos el caso de un informe realizado por ahorratuenergía.es, en el que se analiza un edificio para conocer una estimación de su consumo y de las posibilidades de ahorro. Se trata de un edificio de 17 viviendas, con 1.530m² construida hace 24 años, situada en Alicante (con un clima B4 del sistema ahorratuenergia.es, lo que implica inviernos cálidos y veranos calurosos) que produce agua caliente sanitaria por calentador con gas butano y que emplea un split para la calefacción y la refrigeración. El consumo de este edificio en su estado actual es el siguiente:
Consumo energético 70.288 kWh/año
Emisiones de CO2 36.012 kg/año
Coste económico 9.962€/año
Si realizamos mejoras en la envolvente optimizando el aislamiento de la fachada, el suelo y la cubierta, sustituyendo las ventanas antiguas por ventanas aislantes y un sistema de ventilación eficiente conseguiríamos:
Un ahorro energético del 54% con una reducción de 38.021 kWh/año
Reducción de las emisiones de CO2 en un 69% con una reducción de 24.675 kg/año
Un ahorro económico del 53%, con una reducción de 6.284 €/año
Si además sólo realizamos mejoras en las instalaciones, como son el calentador y el equipo de aire acondicionado, alcanzaríamos:
Un ahorro energético del 7% reduciendo el consumo en 4.743 kWh/año
Reducción de las emisiones de CO2 en un 3% con una reducción de 1.157 kg/año
Un ahorro económico del 4 %, con una reducción de 453 €/año
Finalmente, si añadimos instalaciones de energía solar térmica para agua caliente sanitaria y producción de electricidad fotovoltaica (un 10% del consumo eléctrico) conseguiríamos:
Un ahorro energético del 24% reduciendo el consumo en 16.601 kWh/año
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