- Engel & Völkers comercializa la exclusiva propiedad ubicada en Cap d’Ail
- El Gran Duque Andrei Vladimirovich y la bailarina rusa Mathilde Kschessinska, entre los ilustres residentes de la villa construida en 1901
La histórica Villa Marizzina, hogar de ilustres personajes como el Gran Duque Andrei Vladimirovich, primo del último zar de Rusia Nicolás II, está a la venta.
Después de una profunda reforma, Engel & Völkers ha sido la compañía elegida para comercializar la exclusiva propiedad situada en Cap d’Ail, en plena Costa Azul francesa.
Villa Marizzina se alza sobre un terreno de 1.200 m2 que cuenta con una generosa piscina y unas increíbles vistas sobre el mar Mediterráneo. La mansión, de 506 metros cuadrados distribuidos en tres salones, dos cocinas, siete dormitorios, siete baños, sala de cine y parking para seis coches, combina a la perfección cornisas de estuco, suelos de mármol, réplicas de las ventanas originales y puertas de época con picaportes de plata con las más modernas comodidades como la calefacción por suelo radiante, videovigilancia y alarma.
Una historia fascinante
La condesa de Morla encargó construir la villa en 1901. Años después la alquiló al Gran Duque Andrei Vladimirovich, que la utilizó como refugio para él y su futura esposa, la famosa bailarina rusa Mathilde Kschessinska, antes de comprarla en 1913. 16 años después, en 1929, tuvo que venderla a una aristócrata italiana para hacer frente a las deudas contraídas por Mathilde en los casinos de Mónaco.
La princesa Odescalchi le dio el nombre actual de Villa Marizzina y la mantuvo hasta su fallecimiento en 1980, cuando la legó a uno de sus sirvientes. Pero fue el actual propietario, que se hizo con la mansión en 2010, el que llevó a cabo una minuciosa reforma preservando el carácter histórico de la villa que hoy está a la venta.